El don de la esperanza
La palabra hebrea traducida como «esperanza» significa literalmente «soga». Tal como lo describe esta imagen verbal, con la esperanza es con lo que nos mantenemos firmemente asidos a nuestra fe en Dios. Con ella seguimos aferrados a la motivación, el aliento, la perseverancia y las expectativas.
Usted les puede dar el don de la esperanza a las iglesias que se encuentran desalentadas, angustiadas o en desventaja. Por medio de sus oraciones, el Dios de la Esperanza les dará aliento a las iglesias y los ministerios que se sienten bloqueados, renovando su fe y ayudándoles a renovar su dedicación.
Hace poco, los miembros de una iglesia que se sentía desalentada, inspirados por Daniel (Daniel 10:2,12), se comprometieron a mantenerse en oración durante veintiún días. Usando oraciones tomadas de las Escrituras, oraron por su iglesia durante tres semanas completas. A lo largo de este tiempo, hubo personas que aceptaron a Cristo, también se produjeron varias sanidades, otros se reconciliaron y comenzaron a asistir nuevas personas a los cultos de adoración. Lo más significativo de todo fue que se renovó la esperanza de la iglesia, que ahora está actuando de una nueva manera deliberada.
¿Está desanimada su iglesia? ¿Sabe de algunas iglesias cercanas que se sientan agobiadas? ¿Existe un segmento de iglesias en desventaja dentro de toda una comunidad o red de iglesias? ¿Qué me dice de las iglesias pequeñas de todo Estados Unidos y del mundo entero?
Use siete oraciones bíblicas día tras día para interceder por esas iglesias. De esta manera, podrá «orar continuamente» (1 Tesalonicenses 5:1), dirigiendo su oración «a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros» (Efesios 3:20).
Por medio de sus oraciones, Dios va a reavivar la esperanza, y con esa «soga» va a tirar de las comunidades que sienten desánimo para llevarlas de nuevo a una renovación de su fe y de una acción firme y decidida.