La curva de aprendizaje
Las palabras “curva de aprendizaje” describen la tasa de progreso en la adquisición de nuevas habilidades o de experiencia. Como en la mayoría de lo que emprendemos, es bueno que un pastor y su iglesia se hallen en una curva ascendente.
Charlie Zahora dejó su profesión de ingeniero para ser el pastor de la Iglesia de Dios de New Cumberland (Pa.). En aquellos momentos, la iglesia se tambaleaba de aflicción, cargada de deudas y agobiada por unas dependencias en pleno deterioro.
Para comenzar, el Pastor Zahora y la iglesia se enfrentaron a las presiones financieras. Punto por punto, examinaron sus gastos e hicieron cambios para lograr el máximo de eficiencia en los costos. Lanzaron una campaña para recoger fondos a fin de reparar las dependencias. Al cabo de cinco meses, habían logrado reunir los fondos que necesitaban.
Alentado por este éxito, el Pastor Zahora presentó una larga lista de ideas para mantener a la iglesia en movimiento. La respuesta de los líderes de la iglesia fue… un silencio mortal. El Pastor Zahora nunca volvió a distribuir una lista de ideas. Sabiamente, las mantuvo presentes y las fue introduciendo, cada cual en su momento (favorable).
En cuanto a labor de alcance, la iglesia ha intentado los folletos, la correspondencia directa, el ministerio de reparación de casas, e incluso las sopas de pollo y maíz para alcanzar a los vecinos que no asisten a la iglesia. Dos veces al año, la iglesia se moviliza para crear un impacto evangelístico en domingos sucesivos, con una adoración especial, un concierto al aire libre y unos sencillos bufets para que cada cual coma cuanto quiera en ellos.
Nueve años más tarde, casi todo lo que tenía el Pastor Zahora en su lista original de ideas ha sido llevado a la práctica. La iglesia se sigue moviendo constantemente hacia una salud, una misión y una asistencia mayores. Y la curva de aprendizaje continúa, mientras New Cumberland sigue insistiendo en probar nuevas estrategias y adquirir una nueva comprensión de las cosas.